Realidad aumentada en la educación
La realidad aumentada, se está haciendo un hueco en nuestras vidas poco a poco. Cada día los dispositivos móviles van incorporando mejores cámaras, con unos procesadores más potentes y unos sistemas operativos capaces de aprovechar al máximo estas virtudes. Por otro lado, las operadores ofrecen una mejor oferta de tarifas de conexión a Internet móvil, para de esta forma acceder a los contenidos on-line.
Pero primero explicaré que es esto de la realidad aumentada, según la Wikipedia: “La realidad aumentada (RA) es el término que se usa para definir una visión directa o indirecta de un entorno físico del mundo real, cuyos elementos se combinan con elementos virtuales para la creación de una realidad mixta a tiempo real. Consiste en un conjunto de dispositivos que añaden información virtual a la información física ya existente. Esta es la principal diferencia con la realidad virtual, puesto que no sustituye la realidad física, sino que sobreimprime los datos informáticos al mundo real. “
Esto quiere decir, que gracias a los móviles podemos acceder a información nueva de nuestro entorno real, como por ejemplo al apuntar con nuestro móvil a un edificio, veremos en la pantalla del mismo, información histórica del mismo, o el nombre de la calle, o cualquier información que se nos ocurra.
Pero la realidad aumentada puede ir un paso más allá, un paso hacia el terreno de la educación, donde los estudiantes podrán acceder a nuevos contenidos o a ejercicios resueltos, prácticas reales, o imágenes explicativas gracias a esta tecnología.
Un buen ejemplo sería aquel en el que el alumno se encontrara en su casa estudiando delante del libro, al llegar al final de un tema se encontrara con un apartado de prácticas en laboratorio. En este punto el alumno tendría dos opciones, o desplazarse a la universidad a un laboratorio a realizar las prácticas, con las complicaciones que eso conlleva, tales cómo, laboratorio lleno, falta de un monitor que ayude, no saber usar el material etc o sacar su teléfono móvil, encender la cámara y apuntar al libro, esperar a que reconozca y descargue la práctica, y acceder a un laboratorio remoto donde la práctica se esté realizando físicamente y no una simulación, obteniendo así los valores reales y viendo cómo varía cambiando los valores o componentes electrónicos dentro de los parámetros que el profesor haya establecido para dicha práctica sin el riesgo de dañar ningún equipo.
Éste es un simple ejemplo, pero la realidad aumentada está llena de posibilidades para una educación más activa, donde el alumno sea el que se acabe interesando por una mejor educación en lugar de una educación más forzada, con la comodidad de llevar el móvil siempre encima sin tener que desplazarse a bibliotecas o laboratorios abarrotados.